Crónica viajera
- Sara Cabrerizo Muñoz
- 6 oct 2016
- 4 Min. de lectura
Hacer turismo rural en Soria
Alcubilla de Avellaneda mejor destino turístico de la región
Alcubilla de Avellaneda es el destino ideal para todos aquellos que quieran disfrutar de unos cuantos días de paz y tranquilidad en pleno campo castellano. Situado en la provincia de Soria, Alcubilla es el típico pueblo de Castilla y León. Es una pequeña aldea (apenas 150 habitantes empadronados) aunque en verano llega una gran afluencia de gente de toda España a disfrutar de sus encantos y atracciones.
Visitar Alcubilla es una gran oportunidad para experimentar esa vida reposada y de pueblo que todos aquellos que no son autóctonos, han deseado vivir alguna vez. Los vermuts o chatos de vino (cosecha autóctona) y su correspondiente aperitivo todos los mediodías, los pasodobles, o acabar en el pilón por ser extranjero (práctica abandonada, pero nunca se sabe). Pero que el día a día sea tranquilo, no significa que sea aburrido. Según la fecha del año se realizan bastantes actividades dentro del pueblo. En agosto, la Asociación de Amigos de Alcubilla celebra la semana cultural en la que se organizan rutas, bailes, juegos para los más pequeños, y torneos deportivos. Semana santa también es una buena época para visitar el pueblo ya que hay ambiente y se realizan comidas comunitarias, procesiones y misas. No es la semana santa de Sevilla, pero se puede disfrutar de un ambiente de recogimiento y tranquilidad (y del frío soriano).
Históricamente, dentro del pueblo hay bastantes cosas que ver. La atracción principal es un palacio que data de 1575. En él vivieron los Condes de Avellaneda, y actualmente se está acondicionando para promover el turismo rural en la zona. Será un hotel de lujo, con habitaciones dobles y también apartamentos estilo casa rural. El pueblo también cuenta con una iglesia y una ermita, ambas del siglo XVIII. En la ermita hay restos de grabados romanos, probablemente procedentes de Clunia, una ciudad romana cercana. En el año 2013 se construyó un mirador, desde el que se pueden apreciar unas vistas excelentes de la región y del pueblo. Por último encontramos el museo enológico, que tiene gran interés. Está situado en un antiguo lagar, propiedad del pueblo, que es el mecanismo utilizado tradicionalmente para moler la uva. Hay visitas guiadas gratuitas todos los días, y además del mecanismo, podemos ver gran cantidad de herramientas originales (yugos, trillos…), aportadas por la gente del pueblo.
Pero para los inquietos que no quieren pasar el día dentro del pueblo, la región tampoco decepciona, ya que en las cercanías de Alcubilla hay gran cantidad de localidades interesantes para visitar. A solo 45 minutos en coche se encuentra Calatañazor, pueblo en el que se celebró la batalla de Calatañazor donde se dice que el caudillo cordobés Almánzor “perdio el tambor”. Además el pueblo cuenta con un castillo del siglo XV. La mayoría de pueblos de la zona cuentan con castillos o murallas medievales como es el caso de San Esteban de Gormaz, el Burgo de Osma o Peñaranda de Duero, todos situados bastante cerca de Alcubilla (no más de veinte minutos excepto el Burgo de Osma, que está a una hora). Uno de los lugares más destacados es la Colonia Clunia Sulpicia, una ciudad romana de la que se conservan gran cantidad de restos de gran interés arqueológico. En Aranda de Duero, la ciudad más cercana, se puede disfrutar del mejor cordero asado de todo España, por lo que es una parada obligatoria a la ida o a la vuelta desde Madrid.
Alcubilla está situado en la ruta del Camino del Cid y es una de sus paradas. Todos los días, sobre todo en verano, llega algún viajero. Es un gran destino para realizar actividades al aire libre y en la naturaleza. Alcubilla está rodeado de una amplia red de fuentes y manantiales con rutas marcadas y establecidas para llegar hasta ellos. Por eso, es conocido como “el pueblo de las cien fuentes”. También cuenta con un río (Pilde, afluente del Duero) en el que bañarse, o más bien mojar los pies, según la época del año.
El patrimonio natural de la región tampoco deja nada que desear. Se puede visitar el Cañón del Río Lobos, en el que se encuentra la ermita románica de San Bartolomé. Así mismo a unas dos horas de carretera está la Laguna Negra de Urbión, un lugar que definitivamente merece la pena visitar a pesar de la distancia. En sus aguas negras se refleja las montañas de alrededor y en verano es un lugar ideal para darse un baño. Si lo que se busca es un poco menos de montaña, bastante cerca de la ciudad de Soria está la Playa Pita, situada a orillas del pantano de Cuerda del Pozo, que es un lugar perfecto para pasar el día. Si se va con niños pequeños, es un lugar mucho más aconsejable que la Laguna Negra para bañarse, aunque el paisaje no es tan espectacular.
Pero no todo podía ser bueno. En cuanto a servicios, Alcubilla de Avellaneda deja mucho que desear. Es un pueblo encantador, pero consta solo de un hotel rural y un bar, además del palacio en construcción. Para los caminantes y ciclistas que realizan el Camino del Cid, el ayuntamiento dispone de estancias para que puedan dormir gratis. La casa rural suele tener mucha afluencia, por lo que es recomendable reservar con tiempo. Pese a todo, es un destino que merece la pena tanto por si situación estratégica como por el pueblo en sí.
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